Mirada Docente: MIGRACIÓN EN CHILE, OPORTUNIDAD O AMENAZA

Escrito por Claudia Caroca
Licenciada en Trabajo Social, docente programa pregrado Universidad Bolivariana Diplomada en Peritaje Penal, social y familiar; Lingüística y Culturas Indígenas. Trabajadora Social en Gendarmería de Chile a cargo de la población migrante con formación teórico practica en materia de multiculturalidad.

Desde hace un tiempo como sociedad chilena hemos sido testigos de diversas situaciones políticas, económicas, de inseguridad, en los países de América Latina y el caribe, que han generado una migración masiva de personas, que se han visto obligados a desplazarse, dejando atrás sus familias, casas, trabajo, costumbres, cultura, es decir su vida entera para tratar de buscar mejores oportunidades.

Hoy lo vemos como un proceso descontrolado como se ha manifestado en los medios de comunicación, pero en realidad si nos detenemos un poco a pensar, Chile es un país construido por Migrantes, y hoy lo visualizamos más porque la prensa se ha dedicado a mostrarlo, porque además los rasgos físicos son distintos o el color de la piel, por lo que se hace más evidente.

No es casual la pregunta sobre: ¿Los chilenos reaccionarían de igual modo si los aviones llegaran con pasajeros migrantes provenientes de Europa, Estados Unidos?

Al parecer lo que le molesta a los chilenos no es la migración en si sino que migrante es el que llega, porque cuando escuchamos frases como: Va a cambiar la raza, se hace de manera despectiva.
Agregar que llegan solo a delinquir también es un prejuicio, porque de las personas que cumplen condena menos del 3% corresponde a población extranjera.

La migración es un fenómeno intrínseco y natural de la humanidad, la construcción de lo que hoy conocemos es producto del desplazamiento y no podemos olvidarnos tampoco que Chile también aporto con muchos migrantes décadas atrás, y que fueron bien acogidos, muchos de ellos no regresando jamás.

El problema mayor que enfrentamos en Chile es una política migratorio obsoleta, ya que radica del año 1975, donde claramente el escenario mundial era muy distinto al actual. Esto hace que efectivamente como país no estemos preparados para enfrentar las problemáticas que se generan.
A eso hay que sumar que lamentablemente en Chile si bien hay derechos garantizados, el acceso y la calidad de estos afectan a las personas, como en la salud, la educación, trabajo principalmente.

Nos centramos en discusiones superficiales como por que se garantizan los cupos en jardines infantiles a migrantes y no a los chilenos, pero el fondo del problema está en cómo se contemplan la distribución de esos cupos y en la cantidad que hay para ello, ya que están asociados a condiciones de pobreza pero para padres que trabajan, no es dejar a los niños por dejarlos.

Pensar en que la solución está en expulsar a los Migrantes de Chile no es la solución, sino lo que se requiere es generar cambios de mirada, de cultura y reconocer el aporte que nos hacen, tanto en la gastronomía, lenguaje, cultura, etc.

Se requiere modificar la política de migración en Chile incorporar en este proceso a los distintos sectores, porque la migración es un fenómeno multisectorial es decir no basta solo con definir las limitaciones de ingreso al país, como se ha postulado que sea con la visa ya tramitada, sino que debe
incluir a los otros actores para ver cómo se desarrollara la migración en el país, como es salud, educación, vivienda, trabajo, previsión social, y sociedad civil etc. por ende debería trabajarse una mesa intersectorial para la migración.

Paralelo considero se debe trabajar por difundir los efectos de la migración pero en sentido amplio y no solo desde los problemas como lo hacen los medios de comunicación por que Chile debe agradecer bastante el aporte de extranjeros.

Hay que dejar de transmitir odio hacia las personas hay una frase muy bonita que habla de un dialogo entre un padre y un hijo, donde el padre le pregunta llegando del colegio a su hijo, ¿Hay muchos extranjeros en tu colegio? y el niño le responde papá en mi colegio solo hay niños, no extranjeros.

Aprendamos de ellos, que son capaces de ver con otros ojos lo que los adultos contaminamos.